viernes, 24 de junio de 2011

PASTRANA 2011


Vaya marchita buena hicimos el sábado en Pastrana!!! Lástima lo del premio al club mas numeroso. Se lo dieron a unos de Málaga que eran menos que nosotros, pero terminaron casi todos la marcha larga. Bastante tuvimos nosotros con terminar la corta todos (50 kms en 4 horas algunos y otros en 5) y Escobar el único que consiguió hacer la larga, los 70 en 5 horas mas o menos. El caso es que el sábado no teníamos fuerza ni para protestar, pero en la página de las inscripciones no ponía por ningún sitio que el premio fuese para el club más numeroso que terminase la prueba larga. Tendremos que enviar algunos emails a estos de Pastrana para protestar. Es más, yo creo que les deberíamos colapsar el servidor. (?)
Bueno, que la prueba fue dura, dura, dura. Algunos ya la conocíamos y aunque sabíamos a lo que nos enfrentamos, no por eso se hace mas amena; yo creo que es casi peor, porque como sabes lo que te espera sufres en el momento y de pensamiento sabiendo lo que espera. Yo salí con los del Open, un cuarto de hora antes, pero enseguida me di cuenta de que no era mi día. No iba mal colocado pero hasta el km 8 llevaba todo el tiempo por encima de 175 pulsaciones, iba a tope así que sabía que reventaría en cualquier momento. Pero en una bajada me encontré al chaval de Corral (Julian) tirado en una cuneta y doliéndose así que me paré e intenté desviar a las bicis que bajaban a tope para que no le atropellasen. Tenía mala pinta, clavícula u hombro. Me quedé con el y fuimos bajando como pudimos hasta algún sitio donde llegase la ambulancia. Así que me pillaron el resto de rositas y continué con ellos. Venían como le gusta al Lucero; todos juntitos. Bueno, Escobar, Rubén, Paco, Morucho padre e hijo y un increíble Pinky, que según me contaron el tío iba pidiendo paso. De verdad que pensé que esto lo iba a pagar. Pues nos fuimos los 7 a por la primera subida larga 6 km por un pinar. Y nos escapamos Morucho padre y yo. A tope. Adelantamos los dos emparejados a más de 30 tíos. Y encima en la última rampa, con un 20 %, va el tío y me demarra. Confieso que no pude con él. El se pensaba que le había dejado pero, es que no pude de verdad. Arriba en el avituallamiento esperamos a los demás y seguimos todos juntos. En la primera bajada conflictiva, yo cerré los ojos y p'abajo. Me quedé esperando a ver quién as la bajaba pero el resto de rositas echó pie a tierra. Bueno, excepto morcuho hijo, que se le cruzaron los cables y se tiró. Y su padre desde arriba: Jesuuuuuuuuuuuuússsssssss!!!!!!!Que hay que trabajar el lunes!!!!!!!!!!!!!! A partir de aquí nos empezamos a separar un poco más y las cuestas eran interminables. Pinky desapereció de escena. Luego me contó Pechete que venía con Jose, que encontraron su bici y se asustaron pero que apareció el Pinky entre las marañas, que le había dado un pajarón y había vomitado por arriba y por abajo y no sé que más y que no seguía, que esperaba al coche escoba. Qué iluso! Como si algún coche pudiese pasar por esas sendas. Al final consiguió llegar arrastrándose hasta el avituallamiento y de allí al pueblo por carretera.
El resto después de dos bajadas de infarto, una subida por senda a 40 º (a mi hermano le dio un tirón que se paso chillando 10 minutos y todo el mundo paraba preocupado) llegamos al punto de corte, teníamos que llegar en menos de 3,5 horas. Escobar fue el único loco que pasó el corte. Yo llegué justo en el tiempo, pero les dije a la organización que no seguía y Paco llegó al momento. Daba vértigo verle bajar. Su sillín me llega a mi por la barbilla estando yo de pie. El centro de gravedad estará a 20 m del suelo, pero se bajó casi todo sin poner el pie. Luego llegaron los moruchos y después Rubén, ya un poco recuperado. Y nos fuimos todos juntos hasta Pastrana donde nos esperaba la cervecita y una buena empanada gallega.
Aparecieron al rato David, el hermano de Jose un amigo suyo, que iban con bicis bastante pesadas, pero que debían de bajar pegando saltos. No la hicieron entera porque con esas bicis subir debe ser la leche, pero hicieron casi toda. Y al final Peche y Jose que son los tíos dos diesel de los buenos.
Después comida con risas recordando las anécdotas en un antiguo convento restaurado y a descansar, que menos mal que era sábado y teníamos el domingo por delante.


Hasta la próxima!!!!!!!!!!!!!